El vinilo de 180 gramos es más caro de producir simplemente por el hecho de que este usa más vinilo. Los procesos de manufactura son idénticos indiferentemente del peso y realmente, se necesita más cuidado en el grabado de discos delgados. Una excepción es el vinilo de 200 g que son propensos a errores en el grabado donde la aguja cortadora no deja un surco suficientemente profundo (esto sucede frecuentemente en las partes con percusiones o cambios de amplitud vocal). Este defecto causa un sonido de raspado o rasguño en el punto de error.
Ya que los discos están hechos de al menos 30% vinilo reciclado, se pueden acumular impurezas en el disco y provocar ruidos de “clicks y pops” en el audio de un disco nuevo. Los discos de vinilo virgen no contienen vinilo reciclado y es, teóricamente, inmune a estas impurezas. En la realidad todo depende del control de calidad del fabricante.
Como los discos de vinilo de 180 gramos son más gruesos, es más difícil doblarlos o romperlos con el uso cotidiano. De esta manera se supone que tendrán una vida útil más larga. Las nuevas reediciones remasterizadas en vinilo de 180 gramos de algunos álbumes son más caras.
El contacto de la aguja con los surcos grabados en los discos de vinilos es lo que hace sonar la música. Los discos de 180 gramos al contar con surcos más profundos hacen que la aguja no se sujete fácilmente y roce con mayor precisión, resultando en un sonido más nítido y cálido.